Pasos de mujer en el exilio Centroamericano
18 junio 2022Morir como héroes
4 agosto 2022La migración no es hermosa
¿Soy la única molesta con esas malditas mariposas?
(Preciso que no estoy criticando a Favianna,
es sólo esta pieza de arte de las mariposas,
soy fanática de los carteles de los derechos de las mujeres)
¿Por qué hay necesidad de romantizar la migración?
No hay nada hermoso…
en una madre o un padre que tuvieron que abandonar
casa y familia para buscar trabajo en otro país.
en las personas que mueren al tratar de cruzar la frontera
de un país que no los quiere y no los respeta.
en las personas que son asaltadas, abusadas sexualmente y violadas
al cruzar la frontera y en los centros de detención.
en las niñas y niños tratando de reunirse con sus familias
o trabajando para enviar dinero a sus países.
No hay nada hermoso…
en primer lugar, en la mierda capitalista e imperialista que forzó
a nuestras familias a venir a Estados Unidos.
en la pobreza creada en mi país
mientras Estados Unidos prospera
en las personas que se suicidan porque ser “ilegal”
es una presión insoportable.
en no tener la posibilidad de visitar a nuestras familias
y desde lejos saber que pasan a mejor vida.
¿Qué hay de hermoso o natural en eso?
Nada.
Angy Rivera, migrante indocumentada en Estados Unidos, 2013. [1]
Antes del mapa existía ya el territorio
Escribimos una primera versión de este texto antes de la pandemia de 2020 y nos parece todavía pertinente, incluso podría ser que se aclaran, de forma a veces descarnada, algunas de nuestras preocupaciones, cobrando las vidas de las y los trabajadorxs que no podemos quedarnos en casa. Este breve texto contiene las voces de diferentes personas migrantes, de nuestras familias y amistades, de bracerxs, deportadxs hasta indocumentadxs. Nos ha costado varias generaciones entendernos, prepararnos y realizar este pequeño esfuerzo. Escribimos desde el “ser migrante”. Este texto refleja lo que vimos, vivimos y aquellas experiencias que vivieron y viven nuestras familias. Escribimos desde la otredad, nosostrxs somos muy diferentes a ustedes. Proponemos un diálogo principalmente “de migrante a migrante”, para empezar a construir una nueva geografía de la migración, un espacio de reflexión “Sur-Sur”. Deseamos tener presente el lugar de habla, como dice Djamila Ribeiro [2], es decir reflexionar sobre quién enuncia el discurso, y desde dónde. Un lugar de habla no sólo se refiere al habla o al hablante sino al lugar, tierra, territorio, geografía e historia, en donde existen relaciones sociales y, por lo tanto, relaciones de poder.
Hablar y escribir sobre migración está de moda. En todas partes hablan de y sobre nosotrxs: hay proyectos de arte, exposiciones en museos, fotografías de nuestros rostros, objetos y vivencias. Incluso hay un proyecto en donde puedes ser migrante por un día y fingir arrastrarte por el desierto, (“pornopobreza”). Hay películas, libros, maestrías en estudios migratorios, foros, talleres, periodismo vivencial y los programas anuales de voluntariado (volunturismo[iii] [3]) para “conocernos” y “ayudarnos”.
Es la carrera por hacer curriculum y presentarse como sensibles “expertxs” en migrantes, y según lxs espertxs, ellxs también son migrantes porque viajaron a estudiar al extranjero o porque están intentando cruzar “fronteras cognitivas”. No es broma, son sus propias declaraciones. Como un día el hombre blanco hablaba por los indígenas y los hombres hablaban por las mujeres, actualmente las personas migrantes casi no tenemos representación directa ni capacidad de pensarnos o incidir en cómo nos representan los medios, la academia y las organizaciones.
En este contexto, entiendo que la geografía determina la experiencia, necesitamos un mapa propio, con el Sur arriba y la periferia al centro. Pero el mapa debe ser vivo, que cuestione las dimensiones actuales y la petrificada narrativa patriarcal, capitalista y neocolonial, una carta de navegación que refleje realmente el territorio con un enfoque crítico, decolonial, feminista y anticapitalista. ¿Qué dinámicas nos forzan a migrar? ¿Quiénes se benefician? ¿Cuántos migrantes más se pueden seguir enviando al “Norte”? (Sólo en Estados Unidos hay más de 11 millones de indocumentados [4] sin garantía de sus derechos humanos). ¿Cómo visibilizar y detener este proceso de explotación, esta cadena productiva en donde el y la migrante somos una mercancía más, (trabajadorxs esenciales), con la que lucran estados, corporaciones, cárceles, tienditas de envío de dinero, académicxs, periodistas, activistas, museos? Esta cartografía también podría mostrar un horizonte, la tierra todavía desconocida de las soluciones, que incluya la protección y garantía de los derechos humanos, el derecho a quedarse en casa, el derecho al arraigo, entendiendo la conquista de los derechos resulta de la lucha de los pueblos.
El mito de la migración “natural”
La migración se define desde el poder, desde “arriba”. Las personas migrantes somos descritas como flojas (por eso seríamos pobres), criminales, violadores, bad hombres. Pero también encontramos aliadxs que hablan y enuncian que la migración es “hermosa”, “natural” que “todxs somos migrantes” y que la migración, como dice la Organización de Naciones Unidas, “es una herramienta para el desarrollo” [4]. Quizá con buenas intenciones, pero se omite explicar el “desarrollo” para qué países, quiénes son ustedes, y “natural” y “hermosa” cómo y para quién.
Las primeras migraciones de nómadas, la Hégira de Mahoma, la migración Inca, la migración europea hacia el continente “americano” o la de españoles a México a principios del siglo XX son completamente diferentes entre sí. La migración europea no es otra cosa que una de las máximas representaciones del colonialismo y el resultado de esa “natural” y “hermosa” migración fue el mayor genocidio de la historia, el genocidio indígena en el continente “americano”. Durante la migración española a México en el siglo pasado, el gobierno mexicano (los documentos oficiales se encuentran en el Archivo General de la Nación) negó expresamente ayudar y dejar entrar a México a gitanos, asiáticos y negros. Aun así, esa parte de la historia se maquilla y vende al imaginario colectivo como un ejemplo de solidaridad y ayuda internacional, de “bienvenida al migrante”, cuando en realidad fue una política racista para blanquear México. Durante esos mismos años (y sigue siendo así) el gobierno mexicano despreciaba, oprimía y reprimía a su propia población negra e indígena. A pesar de las obvias diferencias parece establecido que la migración es “natural”, como si las dinámicas sociales, geopolíticas, medioambientales, económicas, raciales y culturales fueran idénticas en diferentes momentos de la historia.
Si la migración fuera “natural” entonces estaría regida por leyes inmutables, tal como el sol sale al amanecer, los herbívoros comen hierbas o, claro, las mariposas migran en la misma época y llegan al mismo lugar cada año. Y entonces no tenemos el poder en nuestras manos de cambiar ese impulso. Además de un romanticismo perjudicial, sería el fetichismo de la migración: Marx citaba a Burke diciendo “las leyes del comercio son las leyes de la Naturaleza y por lo tanto las leyes de Dios”, (el escenario perfecto para el sistema-mundo colonial, patriarcal y capitalista). Marx continúa con ironía “no hay que extrañarse que según las leyes de Dios y la Naturaleza él siempre vendiera en el mejor mercado” [6]. El mito de la migración “natural” (enmarcado con mariposas, aves y hasta ballenas) normaliza el éxodo que persigue otra fascinación: el “sueño americano”. La migración “natural” consolida y oculta los mecanismos del sistema que expulsan y explotan sistemáticamente. Si son leyes naturales las que nos sujetan, migrar al Imperio se normaliza y llegar al Imperio es el único objetivo. La perversión de este fetichismo es tal que elimina no sólo el pensamiento crítico y un análisis profundo de la migración forzada sino también, y esto es una perversión mayor, elimina nuestra rabia, nuestra organización y nuestro contraataque como personas expulsadas.
Es evidente que se necesita combatir el discurso que nos criminaliza como personas migrantes una vez que estamos en “el Norte”. Sin embargo, la romantización tiene efectos negativos todavía poco explorados o constantemente deshechados. Además, en México, en nuestros pueblos o ciudades de origen éramos una cifra más, anónima e invisible entre millones de pobres. Una vez que cruzamos la frontera causamos fascinación y nos convertimos es sujetos de estudio, “sus migrantes”, sus nadies o sus héroes en fuga del capitalismo canibal.
Apenas hace unos años, Armando Bartra mencionaba la Convocatoria al Primer Encuentro Campesino Mesoamericano celebrado en 2001 en donde se enlistan las desgracias que aquejan la región México, Centroamérica y el Caribe: “contrareformas privatizadora agrarias, negación de derechos y libertades, represión, hambrunas, desempleo, migración…” [7] y continuaba diciendo:
“Paradójicamente, cuando los críticos acérrimos denostábamos al Plan Puebla Panamá porque nos iba a traer una invasión de maquiladoras, megadesarrollos turísticos y plantaciones agroexportadoras, exclusión social y migración, resultó que el más angustioso problema mesoamericano es que la maquila está cerrando, que el empleo en turismo disminuye, que las fincas contratan menos cosechadores. Y en el extremo: si era preocupante que los jóvenes desertaran de sus comunidades para buscar fortuna en el gabacho, hoy lo alarmante es que se endurecieron las fronteras” [8].
Pocas personas han registrado esta vuelca de 180 grados. Quizá no habían entendido que la migración está regulada por la acumulación de capital, que durante las recesiones se cierran las fronteras. Habiamos creído erróneamente que era porque los migrantes eramos desobedientes del capitalismo, una supuesta “disidencia transnacional” que se fuga entre las grietas del capitalismo necropolítico. Como el capital es tímido, si no hay manera de producir dinero, se va, y a su vez, el poder impone la “crisis” como forma de gobierno. “Adoptando la gestión de crisis como técnica de gobierno, el capital no ha sustituido simplemente el culto al progreso con el chantaje de la catástrofe, sino que ha querido reservarse la inteligencia estratégica del presente, la visión general de las operaciones en curso” [9].
En este sentido, más allá de Trump y los discursos racistas, es necesario visibilizar, hacer observable, que son voces privilegiadas, ajenas y blanqueadas de la academia, iglesias, instituciones y organizaciones quienes hablan (hoy desde la comodidad de su casa mientras nosotrxs seguimos trabajando). Estas voces imponen una visión alternativa pero igual de totalizante que encubre a los responsables mientras nos aleja de las verdaderas soluciones, son el otro muro que tenemos como obstáculo. Hemos sido sujetos de estudio cuando no sólo figuras que aderezaron sus performances. Entonces, por increíble que parezca, y metafóricamente hablando, el muro no sólo es “Davos” sino también “Porto Alegre”. Por ejemplo, en 2018 en México, una vez más con la participación de migrantes como un mero adorno, se organizó el 8vo Foro Social Mundial de las Migraciones (FSMM), donde expertxs, académicxs y activistas hablaron y bailaron entre sí. Un ejemplo ilustrativo es ver y entender que ahí se asociaron de forma reiterada en mantas gigantes, posters e intervenciones los términos Construir, Resistir, Transformar y Migrar. Afortunadamente un pequeño grupo de migrantes manifestó su descontento con una pregunta: ¿Migrar?
No hay conclusiones sino preguntas, ¿Porto Alegre perdió radicalidad, capacidad de análisis y perspectiva histórica o qué está pasando? Desafortunadamente, este es otro muro construido por la “izquierda”, quizá involuntariamente. Ese sector que acalla la crítica y se ha dedicado a observar, atender y describir la migración sin comprender sus causas y mucho menos combatirlas. Así se creó el vacío fértil e ideal para falsas soluciones, para ser receptores de presupuestos nacionales e internacionales, y alargar el padecimiento a la vez refuerzan y encubren el mismo sistema de injusticias que dicen cuestionar.
También padecemos un eurocentrismo que filtra la realidad: en la Ciudad de México, organizaciones sociales, activistas y la academia con buenas intenciones ayudaron a escribir la ley actual de migración basándose en legislaciones europeas. Pero Méxivo es un país expulsor con 60 millones de empobrecidos y 10 millones en pobreza extrema que vive de las remesas y de sus expatriados. En 2017, casi el mismo grupo trabajó y presionó para que la Ciudad de México fuera declarada como “Ciudad Santuario para Migrantes” ¡Sí, al estilo de Berlín o San Francisco, California!
En Europa o Estados Unidos el escenario no parece mucho mejor, aunque en Italia y Portugal han aprobado medidas positivas para los migrantes y en España existe una campaña muy activa exigiendo la regularización de los migrantes. En Estados Unidos no existe actualmente un movimiento migrante como alguna vez lo hubo. Sólo en la última década, hemos pasado de demandar una reforma migratoria integral y comprehensiva al Dream Act que beneficia a los migrantes más jóvenes y privilegiados [10]. El gobierno sólo acepto dar una parte de esa demanda y se consiguió temporalmente el programa DACA, que en realidad está en riesgo de desaparecer [11]. La demanda ahora es que no nos deporten mientras prometemos seguir trabajando fielmente, con o sin pandemia, para el Imperio, y finalmente que por lo menos le lleven una cobija, jabón y pasta de dientes a los presos en los centros de detención.
Hasta ahora son ellas y ellos quienes definen los objetivos y las dimensiones del mapa desde el horizonte que les permiten sus escritorios, reciben más presupuestos y nuevos proyectos, en resumen, viven cada día mejor. En plena pandemia nosotrxs seguimos trabajando, la persecución y las deportaciones continúan, los contagios aumentan en los centros de detención. Al menos en Estados Unidos, son afroamericanos y latinos los que más mueren, siendo las mujeres indocumentadas las más afectadas. Sin embargo se promueven cosas casi inverosímiles en “política migratoria” e incluso contrarias a los derechos humanos, desde políticas públicas hasta iniciativas culturales pasando por la experiencia emocional que brinda el “complejo industrial del salvador blanco”[12] de la clase media nacional o internacional que viaja desde Estados Unidos, Canadá y Europa hacia México, Centro y Sudamérica. Por supuesto está el“extractivismo epistemológico” de la academia y los “migrantólogos”. Todo útil para reforzar el andamiaje del sistema-mundo patriarcal, capitalista, colonial.
Foto: @LAYqanunayawar
[1] Rivera, Angy (2013). “Migration is not beautiful”. https://www.nysylc.org/askangy/no-migration-is-not-beautiful
[2] “El hablar no se limita al acto de emitir palabras, sino de poder existir. Cuando hablamos del derecho a una existencia digna, a la voz, estamos hablando del locus social, de cómo este lugar impuesto dificulta la posibilidad de trascendencia”. [Traducción libre]; Ribeiro, Djamila (2017). O que é lugar de fala? Belo Horizonte: Editora Letramento.
[3] Ivan Illich. “Al diablo con las buenas intenciones”. Discurs de Ivan Illich en la CIASP (Conference on InterAmerican Student Projects) en Cuernavaca, Morelos, México. En línea: http://www.ivanillich.org.mx/buenas.pdf (página consultada en agosto 2019)
[4] Pew Research Center (2019). « Key findings about U.S. immigrants », en línea : https://www.pewresearch.org/fact-tank/2019/06/17/key-findings-about-u-s-immigrants/?fbclid=IwAR0fKAzidDsg1vj1zojKBdoxs3fgxx5VkfI-iTRfL6wO3VZM-LNfStN_Odc
[5] IAMR (2013). “International Assembly of Migrants and Refugees”, en línea: https://youtu.be/IL_S4wFroMk
[6] Karl Marx (1875). El Capital.
[7] Convocatoria al Primer Encuentro Campesino Mesoamericano, citado en Bartra, Armando (2004). “Mesoamericanos, recalentando una identidad colectiva” en Ceceña, Ana Esther (compiladora), Hegemonías y Emancipaciones en el siglo XXI (p. 61-70). Buenos Aires: CLACSO.
[8] Bartra, Armando (2004). Op. cit, p.63
[9] Comité Invisible (2015). A nuestros amigos. Editorial Pepitas de Calabaza.
[10] [vi] El DREAM Act (Development, Relief, and Education for Alien Minors, Ley de fomento para el progreso, alivio y educación para menores extranjeros) es un proyecto de ley propuesto en 2001, jamas adoptado, que tenia como meta regularizar la situacion de migrantes quienes iban a una universidad o se ENROLL en las fuerzas armadas.
[11] El DACA (Deferred Action for Children Arrivals, Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) es un programa fundado en el 2012 por Barack Obama para garantizar derechos temporarios de trabajar, estudiar y vivir en Estados Unidos para migrantes llegadxs al país cuando eran menores.
[12] The Atlantic. The White-Savoir Industrial Complex. Disponible en: https://www.theatlantic.com/international/archive/2012/03/the-white-savior-industrial-complex/254843/ (página consultada en agosto 2019)
Laboratorio de Acción Decolonial / Decolonial Action Lab (Ts’intsuntsani y el eje Turtle Island - Abya Yala)
Somos un grupo de migrantes sin documentos, sin educación formal, sin dinero, algunxs sin empleo, muchxs enfermos, todxs con deudas. Hemos vivido todxs el cruce de fronteras, el hostigamiento de la policía y la migra, algunas personas aquí vivieron la deportación, la cárcel. Somos fruto de la expulsión de nuestra tierra y territorio, ciudadanxs sin derechos, ciudadanxs de segunda clase, trabajadores esenciales en países/sistema de segregación. Intentamos ser más y mejores. Buscamos solidaridad. Queremos reunir más como nosotrxs, escuchar tu voz y sumar tu voz: decolonial.action.lab@gmail.com /// @d_actionlab