Destruir el sueño americano o la necesidad de una perspectiva decolonial, feminista y anticapitalista sobre la migración
20 junio 2022Colombia, la pandemia antes de la pandemia
4 agosto 2022Gracias al COVID-19 ojalá y pronto llenemos los botes de basura con los inútiles Capitán América, Iron Man, Superman, Batman, Aquaman y demás fantasías hollywoodenses, mientras que campesinxs, pescadorxs, trabajadorxs de limpieza, domésticxs, y muchos otros de actividades esenciales vuelan con el super poder de crear bienestar para todos. Claro, estxs superhéroes y superheroínas deben sobrevivir primero, porque están muriendo sin que les importe mucho al Gobierno Federal y Provincial, por más declaraciones mediáticas que hagan.
Lxs llamadxs trabajadorxs esenciales en lugar de medallas reciben golpes, como la ilegal prohibición impuesta por infinidad de granjeros en todo Canadá que impide a muchos trabajadores extranjeros temporales (TFW en inglés) salir de las granjas a realizar sus compras. Otro golpe es el olvido y desatención que los oficiales consulares de sus países de origen (dichos “exportadores de mano de obra”) tienen para con sus conciudadanos, a grados tales que incluso amigos y familiares de los fallecidos por COVID-19 en Ontario, debieron organizar colectas para repatriar sus cenizas.
Lxs trabajadorxs mexicanxs vienen a los campos canadienses desde 1974 y, hasta ahora, el rol del gobierno mexicano ha sido deplorable. La justificación de su alcahuetería es que exigir derechos llevaría a los empleadores a reemplazar a los mexicanos por otros de cualquier parte del mundo. Por tal “razón” tienen medio siglo colaborando con el régimen semi esclavista y de apartheid que padecen sus conciudadanos. De ahí que no sea poca cosa que, por primera vez en medio siglo, aunque fuera tibiamente, el embajador de México en Canadá declarara una suspensión temporal del arribo de trabajadores a las granjas donde no existe seguridad para su salud. Además, el 16 de junio del 2020, vía telefónica, el Presidente López Obrador abordó el tema con su par canadiense [1]. Quizás eso llevó al primer ministro a reconocer que las cosas no están bien y a lanzar los máximos guiños declarativos presentados hasta hoy sobre los TFW: “Sabemos que hay muchos problemas -desde las condiciones de vivienda hasta el estar atados a una sola compañía o empleador, incluidos varios retos sobre los estándares de trabajo- que requieren ser revisados”. En otra rueda de prensa deslizó: “También podríamos explorar una vía para la ciudadanía que pueda darle a la gente más derechos”
El actuar de ambos gobiernos, sin duda, tuvo que ver con el fallecimiento de trabajadorxs, lo numeroso del contagio en las granjas, lo escandaloso de la inacción de la representación diplomática y, sobre todo, de la presión constante de organizaciones como la Dignidad Migrante Society (DIGNIDAD) que desde hace catorce años viene demandando derechos para los TFW.
Tema complicado
La ausencia de derechos tiene muchas aristas, actores y complicaciones, pero el mayor problema está con lxs trabajadorxs del campo, quienes cubren más del 60% de todos los trabajadores extranjeros que anualmente llegan a Canadá, y distribuidos el 40% en Ontario, el 32% en Quebec, el 18% en Colombia Británica, el 2.6% en Nova Scotia y el resto en las demás provincias [2].
México, según la caracterización de la DIGNIDAD, tiene en Canadá cuatro tipos de trabajadorxs migrantes. El núcleo mayoritario está formado por quienes vienen con el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (SAWP en inglés). El SAWP trajo un total de 46,707 trabajadores en el 2019 [3]: 12,858 caribeños y 33,849 mexicanos, de estos últimos aproximadamente 20 mil fueron a Ontario. Otro grupo es el del Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (TFW-LS en inglés) que empleadores y reclutadores promueven, con la complacencia de los gobiernos, porque garantiza trabajadores con cero protección y beneficios. Según estimaciones de DIGNIDAD hay por lo menos 20 mil trabajadores conforman este grupo. Un tercer grupo lo forman quienes llegan con visa de turistas. Están legales en el país, pero sin permiso para trabajar, entonces lo hacen ilegalmente. En los dos últimos años han llegado al menos 20 mil. El último grupo son los indocumentados, integrado por quienes escapan de las políticas de Trump en USA y por quienes entraron como turistas y decidieron quedarse al expirar su visa. El gobierno mexicano sólo tiene mediana idea de lo que pasa en el primer grupo y hace muy poco por ayudarlo. De los otros no saben dónde están ni qué hacen, y mucho menos se preocupan por ayudarlos.
El total de esos datos demuestra la dimensión del abandono de los TFW por parte de los gobiernos. Por ello muchxs trabajadorxs se preguntan: “¿de qué sirve ser héroes si morimos sin derechos?”
Pese a la ausencia de derechos, el riesgo de contagio, el abandono de sus gobiernos, etc., los trabajadores vienen a Canadá. Dependen de este trabajo para sobrevivir. Si no viajan, no tienen para sobrevivir, pues ni México ni Canadá han establecido apoyo para ellos. Tristemente lxs TFW aseguran: “Ayudamos a la economía de dos países, pero a la hora de las desgracias, ninguno de los dos países nos da una mano”, dice amargamente Mauro Nava, de Guerrero, quien solo hasta mediados de agosto pudo viajar.
Pero no sólo quienes llegaron tarde la han pasado mal en tiempos de COVID-19. “Ahora ya no disfrutamos ni los domingos. Antes al menos podíamos salir al pueblo a dar una vuelta. Hoy ni a salir tenemos derecho. Con el pretexto del COVID-19 estamos más aisladxs que nunca”, dice al teléfono Sofia, trabajadora guatemalteca con 3 temporadas en Canadá.
“Y sale más caro vivir. Como no podemos ir de compras, el patrón nos trae lo que quiere porque no tiene tiempo para andar buscando ofertas. Lo peor es que nos compran cosas que ni comemos, pedimos frijoles y traen frijoles dulces que no nos gustan, o pedimos tortillas y nos traen tortillas de harina, que son más caras, pocas y no nos gustan mucho”, cuenta José Luis, de Chiapas.
“Y dos veces nos trajeron carne caducada”, nos pide Miguel de Michoacán, que anotemos en la queja mandada al departamento de integridad de Service Canada para que permitan a los trabajadores salir a sus compras.
“Sin más ni más, mi patrón me dijo que no me va a pagar. Según que por el COVID-19 no le van a pagar trabajos que le deben.” Cuenta José, un turista-trabajador de Guadalajara en su queja a la Oficina de las Normas Laborales de la Columbia Británica.
Y los casos son interminables. Nunca antes DIGNIDAD había presentado tantas quejas de abusos laborales en tan poco tiempo. Si bien el COVID-19 ha hecho visible la importancia de lxs TFW y los abusos que padecen, al mismo tiempo facilita el abuso a muchos de ellos y justifica el mayor control de los empleadores.
Mismas reglas, pero distinta aplicación.
Aunque las restricciones sanitarias son las mismas para todo el país, en las nueve provincias se aplican de distinto modo. En la Columbia Británica, todxs lxs trabajadorxs van directo del avión a un hotel. Ahí pasan 14 días aislados antes de ser enviados a sus centros de trabajo. Durante el aislamiento el gobierno provincial paga el hospedaje y la alimentación, mientras el gobierno federal les paga al menos 30 horas semanales de salario.
Los informes puntuales de DIGNIDAD sobre las limitaciones del aislamiento en las granjas presionaron mucho sobre la decisión de hacer el aislamiento en hoteles. No fue fácil lograrlo, pero gracias a que por primera vez las organizaciones y gobiernos de origen de lxs trabajadorxs empujaran en la misma dirección, obligaron a granjeros y gobiernos a aceptar esto. Por primera vez el gobierno de México ayudó a cerrar la pinza. De haber estado un gobierno panista o priista no se hubiese podido.
En Ontario no siguieron el protocolo de BC. Ahí los empleadores llevaban a lxs trabajadorxs del aeropuerto a las granjas. En varios casos falsearon la cuarentena y pusieron a trabajar a la gente desde el primer día. El resultado ha sido el mayor número de trabajadorxs agrícolas contagiados en todo Canadá y el fallecimiento de tres trabajadores: Bonifacio Eugenio Romero, Rogelio Muñoz Santos (turistas-trabajadores), y Juan López Chaparro, del SAWP. ¿Cuantxs otrxs contractaron la COVID en otras provincias y sectores? ¿De dónde venían? ¿Cuantxs otrxs TFW volverán a su país como cenizas?
¿Era posible evitar esas muertes en Ontario? Si, pero la incompetencia, desatención, importaquismo, complicidad de las autoridades con los empleadores son responsables de esas muertes. DIGNIDAD fue de las pocas organizaciones que advirtió en informes públicos y confidenciales a las autoridades de que esa situación traería más temprano que tarde contagios de los trabajadores. No escucharon y ahí están las consecuencias.
¿Las autoridades canadienses fallaron? Si, lo han hecho desde hace más de cincuenta años. Lo confirma el primer ministro Trudeau cuando dice “lxs trabajadorxs migrantes juegan un rol crucial en el sector alimenticio de Canadá y el gobierno debe de hacer más para protegerlos” [4]. Falló también el consulado mexicano en Leamington quien debió socorrer de inmediato a sus connacionales. No lo hizo, como lo denuncia puntualmente un trabajador contagiado de Scottlyn [5], la granja con más contagiados y donde trabajaba el último de los fallecidos.
Dios en YouTube
“Pero no todo es lamentarse”, dice Martín, trabajador de Puebla que nunca faltaba a las misas en español. Existe un proceso de deshumanización de las relaciones: ahora al estar canceladas, hace oraciones en Youtube o por WhatsApp. La pandemia forzó a los trabajadores a saber más sobre la tecnología. A bajar aplicaciones para el envío de dinero, para reuniones, capacitaciones, charlas y hasta sesiones de oración y apoyo psicológico. “No es lo mismo que reunirse en persona, pero algo es mejor que nada”. Asegura Federico, del Estado de México, quien con sesenta años sigue viniendo a trabajar a Canadá.
Lo anterior no es poca cosa para los miembros de la DIGNIDAD: “era una fiesta venir a la oficina. Siempre lleno, con 50-70 trabajadores en los talleres, comíamos juntos y toda la cosa. Ahora tenemos que esperar en el parque porque no pueden estar más de cinco al mismo tiempo en la oficina”, explica Ernesto, quien viajaba hasta dos horas para llegar a los eventos.
“¿Qué va a pasar con las fiestas? Cada año esperábamos el día del padre, o la feria de salud y la siempre chingona asamblea de la organización y la celebración de las fiestas de independencia, con grito, mezcal, y hasta barbacoa”, se queja amargamente Celeste, trabajadora de limpieza.
“Yo voy a estar muy triste sin festejar el día Internacional del Migrante, que era lo más cercano que teníamos a una celebración navideña en familia. Buena comida, buen baile, y el ponche que nunca faltaba. Era una verdadera fiesta mientras afuera nevaba. Ahora ¿qué vamos a hacer sin todo eso? Remata apesadumbrado Hediberto, quien lleva en Canadá casi 3 años.
Ante la falta de estos espacios, sin haberse resuelto los problemas de hacinamiento en las viviendas, la falta de privacidad y limitado equipo de cocina, baños y refrigeradores en centros de alojamiento, ahora han surgido nuevos problemas como el estrés por el encierro, obesidad por mayor vida sedentaria, alcoholismo, diabetes, y otras formas de explotación mediante la tecnología… Problemas que definitivamente ninguna aplicación por internet puede resolver, ni Dios, que ahora si se encuentra en el ciberespacio.
¿Héroes sin derechos?
De los aproximadamente 10 mil trabajadorxs agrícolas que llegan a Columbia Británica cada temporada, aproximadamente un 30 por ciento no vinieron en 2020 por causa del COVID-19. Quienes pudieron hacerlo, experimentan reducción de horas y días de trabajo por falta de demanda de sus productos, como por ejemplo en las industrias de flores y hongos… Las asociaciones de agricultores gritan que falta mano de obra, y que habrá una crisis alimentaria. Han abierto posiciones para que los canadienses las llenen, sabiendo que por el bajo salario, $14.60 la hora, muy pocxs acudirán a realizar uno de los trabajos más pesados, temporales y riesgosos en Canadá. Claro, hacer ruido ayuda estas asociaciones en sus negociaciones para que no se aprueben derechos ni beneficios a lxs migrantes. Podrán lograr los $2.6 billones de dólares que la Federación Canadiense de Agricultura ha solicitado para su sector, a lo cual el gobierno ya otorgó $252 millones en ayuda directa de emergencia. Mientras a lxs trabajadorxs esenciales se les ha dado nada.
Ante la misma política de sólo privilegiar a los granjeros, las organizaciones se movilizan con demandas que van desde el permiso de trabajo abierto, pago del seguro de desempleo, participación en la elaboración del contrato, hasta la obtención de la ciudadanía. La agenda de lxs trabajadorxs migrantes más completa puede leerse en la carta que lxs trabajadorxs migrantes enviaron al primer ministro Justin Trudeau [6], y otra al Premier de BC, John Horgan [7], lanzada públicamente en la celebración del día del padre.
Lxs trabajadorxs migrantes cada vez se organizan más y mejor. Van aprendiendo que los héroes aparte de medallas y homenajes merecen derechos. Medio siglo sin tenerlos les dice que nada se consigue calladxs y mucho menos, muertxs. ¿Si no es en esta pandemia que pueden dejar de ser invisibles, entonces cuándo? Saben que tienen que moverse, porque hasta los héroes se mueren, y únicamente su actuar organizado y coordinado podrá evitarlo.
Ilustración de Romina Franco, de 13 años, refugiada mexicana en Sherbrooke
Notas:
[1] Chapman, Leonora (2020). « México prohíbe a trabajadores temporales venir a Canadá », Radio-Canada internacional, 16 de junio, disponible en: https://www.rcinet.ca/es/2020/06/16/mexico-prohibe-a-trabajadores-temporales-venir-a-canada/
[2] Cision Canada (2020). «Government of Canada expands National Commodity List to give farmers greater access to labour», 27 de noviembre, disponible en: https://www.newswire.ca/news-releases/government-of-canada-expands-national-commodity-list-to-give-farmers-greater-access-to-labour-815468631.html
[3] Ibid.
[4] Agriculture et agroalimentaire Canada (2020). « Protection de la population canadienne et des travailleurs de la chaîne d’approvisionnement alimentaire », Gouvernement du Canada, Comunicado de prensa, 13 de abril, disponible en: https://www.canada.ca/fr/agriculture-agroalimentaire/nouvelles/2020/04/protection-de-la-population-canadienne-et-des-travailleurs-de-la-chaine-dapprovisionnement-alimentaire.html
[5] Dignidad Migrante (2020). «Uno de nuestro compañero nos mandó este video y nos permitió compartirlo. Trabaja en Ontario, en una granja con muchos casos positivos de coronavirus», Facebook, 9 de junio, disponible en: https://www.facebook.com/watch/?v=983600948758236
[6] Dignidad Migrante (2020). « Carta al Primer Ministro, Justin Trudeau », Facebook, 19 de junio, disponible en: https://www.facebook.com/dignidadmigrantesociety/photos/ms.c.eJxFztkJwAAIBNGOgq53~;42FKJrfx8gqIPeAObIogEcG1MsspHLByAEl5wOZE1sQbtBYQPRJ6sEUtgWXfgXzndAU8Rfy~;aG2s5zRRR1Ev56EAx3YWXbvFbUXTugv~;g~-~-.bps.a.3206671486224163/3206671946224117/?type=3&theater
[7] Dignidad Migrante (2020). «Carta a John Horgan», Facebook, 19 de junio, disponible en: https://www.facebook.com/
dignidadmigrantesociety/photos/a.3206671486224163/3206671762890802/?type=3&theater