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2 junio 2022La Red Internacional “Unión Latinoamericana de Mujeres” (Red ULAM), somos una articulación de organizaciones de mujeres de base defensoras de la vida, los territorios, los bienes comunes, los derechos y la Madre Tierra, fundada en 2008 en Cuenca, Ecuador. Actualmente, la Red ULAM está integrada por asociaciones que realizan su activismo en áreas impactadas por minería y otras industrias extractivas en Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia.
En esta primera década de existencia hemos establecido vínculos y alianzas con distintas organizaciones y organismos a nivel internacional. Por ello, desde hace largo tiempo mantenemos un estrecho contacto con el Comité para los Derechos Humanos en Latinoamérica (CDHAL), y otras organizaciones de Canadá. Esta relación ha permitido, entre otras cosas, ser parte del Encuentro Internacional “Mujeres en resistencia frente al extractivismo” que se realizó en abril del 2018 en Montreal, con la participación de la defensora de derechos humanos y actual vicepresidenta de la Red ULAM, Elsa Merma Ccahua.
Luego de 10 años, hemos recorrido un difícil camino, pero ahora nos encontramos en un momento de mayor consolidación a pesar de los obstáculos internos y externos que hemos tenido que superar. Es por ello que estimamos importante compartir algunas de las experiencias que nos va dejando nuestro proceso organizativo con mujeres de base, que como nosotras, día a día enfrentan la arremetida de las corporaciones y que son afectadas directamente por el conflicto socioambiental que provoca el extractivismo, en especial la minería. Nosotras hemos logrado resistir juntando esfuerzos y solidaridad a través de la Red ULAM.
Contexto en el que surge la Red ULAM.
Desde finales del siglo XX, la expansión de las industrias extractivas en América Latina ha cedido el control de grandes extensiones de territorio a través de la figura de concesiones a corporaciones para que ellas hagan prospección, exploración y explotación de minerales, petróleo, madera, construcción de hidroeléctricas y otras mega obras. Con la intromisión de las corporaciones – transnacionales en su mayoría – empezaron los conflictos socioambientales que motivaron, entre otros aspectos, la adecuación de las legislaciones de los países receptores para facilitar la invasión de los territorios, violando derechos fundamentales de los pueblos, como el derecho a la autodeterminación y a la consulta previa, libre e informada.
Tanto las poblaciones asentadas en áreas concesionadas, como también aquellas en donde se han comenzado a evidenciar daños sociales y ambientales ocasionados por la extracción de los recursos y explotación de los bienes comunes emprendieron procesos de resistencia que se han convertido en uno de los movimientos más dinámicos actualmente en América Latina. Dentro de estos procesos las mujeres siempre estuvimos en la primera línea de la resistencia, jugando un papel protagónico, aunque invisibilizado por los liderazgos masculinos. En muchos casos, el rol de las mujeres es negado, obstaculizado y reprimido por el peso de las estructuras patriarcales que prevalecen y se refuerzan con el extractivismo, generando más violencia incluso en el ámbito de nuestra vida privada (familia) y comunitaria.
En ese contexto, mujeres de toda Latinoamérica comenzamos a buscar espacios propios que nos permitan levantar con mayor fuerza nuestra voz y unirnos para fortalecer la defensa de los derechos humanos y de la Madre Tierra. Han surgido así distintas iniciativas, redes, frentes, y otras formas articulación en toda la región. Una de estas experiencias es la de la Red ULAM, que ha sido una parte fundamental de la lucha y resistencia de las organizaciones de mujeres de base que la integramos.
Fundación de la Red ULAM.
La Red ULAM se fundó en el Encuentro Latinoamericano de Lideresas “Por el derecho a defender nuestros derechos”[i] realizado en Cuenca, Ecuador, del 27 de marzo al 1 de abril de 2008. Las mujeres de Guatemala, Venezuela, Perú, Bolivia y Ecuador que estuvimos presentes en el encuentro decidimos conformar una instancia de articulación de nuestras luchas e ideales, a la que denominamos “Unión Latinoamericana de mujeres, por el derecho a defender nuestros derechos”.[ii]
El Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama fue una de las organizaciones impulsoras y anfitrionas del encuentro de lideresas. El encuentro ocurrió en medio de un potente proceso de resistencia contra la minería en Ecuador que había tomado fuerza desde el 2004, dándose importantes movilizaciones masivas, especialmente en el sur del país, en el 2006 y 2007. Varias de sus integrantes habían sido criminalizadas, enfrentaban procesos judiciales, fueron estigmatizadas, reprimidas, agredidas física, verbal y sicológicamente, encarceladas y perseguidas por los gobiernos de Alfredo Palacio y Rafael Correa. Un día después de la conclusión del encuentro, fue encarcelada Francisca Zhagüi Chuchuca, integrante del Directorio de las Defensoras de la Pachamama, en el marco de las protestas convocadas por la Coordinadora Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía. La Coordinadora exigió de la Asamblea Constituyente, instaurada para reformar la Constitución ecuatoriana, que promulgara el que se conoció como Mandato Minero.[iii]
Otras organizaciones fundadoras de la Red ULAM que participaron en el Encuentro de Lideresas del 2008 en Cuenca y continúan integrándola actualmente son: el Centro de Mujeres Indígenas Candelaria de Bolivia y las Mujeres del Agua de Venezuela. Posteriormente, nuestra Red Internacional adoptó el nombre y las siglas con las que hoy se le conoce (Unión Latinoamericana de Mujeres, o sea Red ULAM), y se conformó la primera Junta Directiva, presidida por la defensora de los derechos humanos Lina Solano Ortiz del Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama, en Ecuador.
Logros y obstáculos en los 10 primeros años de existencia de la Red ULAM.
En esta primera década como Red ULAM hemos centrado nuestros esfuerzos en visibilizar el papel protagónico que las mujeres estamos jugando en procesos de resistencia al extractivismo en Latinoamérica, en especial a la industria minera, a pesar de la situación de alto riesgo en la que nos encontramos por toda la violencia generada en contra nuestra por las corporaciones, los gobiernos, los Estados y la población que está a favor de las empresas. Esto nos ha permitido a su vez hacer aportes desde nuestras propias realidades, vivencias y experiencias directas, para subrayar los graves y diferenciados impactos causados por la intromisión de las corporaciones mineras en nuestros territorios.
En este sentido, uno de los logros que podemos destacar es el haber abierto espacios para conocer y amplificar la voz de las mujeres de base en resistencia a la minería. Recalcamos también la importancia de nuestros procesos organizativos de consulta y alianza como estrategias que nos han permitido fortalecer nuestra presencia, nuestro activismo, liderazgo y reconocimiento social a nivel comunitario, local, regional e internacional.
Podemos mencionar, como ejemplo del fruto del trabajo de la Red ULAM, las compañeras Mujeres del Agua, organización activa en El Paují en la Gran Sabana de Venezuela, que consiguieron hacer que una mujer indígena Pemón fue elegida en 2017 como Capitana de estas comunidades. Este cargo había sido tradicionalmente ocupado por hombres. La Capitana electa conformó su Directiva con 7 mujeres, siendo la segunda Capitana Valdirene Roque da Costa, integrante de las Mujeres del Agua[iv].
A través de nuestro proceso como Red ULAM, hemos promovido, fortalecido y articulado organizaciones populares de mujeres, tarea sumamente difícil frente a la realidad que vivimos, sobre todo en las áreas rurales, pero que sin embargo nos deja grandes satisfacciones. En estos 10 años, en unos casos hemos conseguido mantener nuestros propios espacios organizativos. En otros, hemos impulsado la creación y/o consolidación de organizaciones, y también hemos apoyado e integrado a nuevas asociaciones en la Red.
Otro aspecto importante de nuestra experiencia ha sido la protección de las mujeres defensoras a través de la solidaridad activa y directa. Hemos encontrado diferentes maneras de apoyar a las defensoras en riesgo, como en el caso de Máxima Acuña de Chaupe, a quien, sumándose a los esfuerzos de otras organizaciones, la Asociación de Mujeres en defensa de la Vida de Cajamarca (integrante de la Red ULAM), acompañó en momentos en que la empresa minera Yanacocha realizó varios ataques y una fuerte campaña de desprestigio contra ella y su familia. En el 2015, nuestra Red ULAM reconoció a Máxima Acuña como “Defensora del Año 2014”.[v]
A través de todo el trabajo de visibilización, denuncia, acompañamiento, capacitación de seguridad y protección, creación de alianzas con otras organizaciones a nivel comunitario, local, nacional e internacional, hemos logrado atenuar el nivel de riesgo en el que actuamos varias de las mujeres y organizaciones que integramos la Red. Por cierto, seguimos siendo blanco de la violencia extractivista y encontramos serias limitaciones para acceder a la justicia, por lo que las violaciones de derechos cometidas en nuestra contra por las corporaciones mineras, los gobiernos, así como por la población pro-minera, siguen quedando en la impunidad.
Pero el contexto de agresión y violencia en el que nos desenvolvemos no ha sido el único obstáculo que vencer. También la propia dinámica interna de la organización, con sus permanentes conflictos, ha convertido en un reto el sostenimiento de la Red ULAM. Así el esfuerzo que tenemos que realizar las mujeres de base para permanecer organizadas y articuladas se convierte en un trabajo adicional que no se ha tomado en consideración y que se suma a la carga de responsabilidades y desafíos que día a día tenemos que sortear.
Por lo tanto, al final de esta primera década, la existencia misma de la nuestra Red ULAM es para nosotras un gran logro. Significa que a pesar de que tenemos que multiplicar nuestros esfuerzos para responder a las demandas desde el ámbito familiar y comunitario, desde la lucha contra las corporaciones, gobiernos y estados, y desde la dinámica interna de nuestros propios procesos organizativos, continuamos en el camino emprendido en el 2008 en Cuenca, Ecuador.
Conclusiones
Luego de este rápido recuento del proceso de la Red ULAM, sus logros y obstáculos, podemos concluir que, para asociaciones de mujeres de base, ser integradas a la Red ha significado un cambio radical de la situación que teníamos antes de conformarla. Tenemos hoy un cúmulo de experiencias que nos permitirán seguir aportando para el fortalecimiento la resistencia al extractivismo, para la defensa de los derechos humanos y de la Madre Tierra, y también para tener una mayor comprensión de los impactos que generan este tipo de industrias, particularmente para las defensoras.
La Red ULAM surgió y es una parte fundamental de nuestra lucha y resistencia. Por ello, más allá de todos los retos y obstáculos que tengamos que seguir afrontando, estamos seguras de hay que seguir acompañándonos, uniendo esfuerzos, y trabajando juntas y en solidaridad por la causa común que defendemos.
Foto: Asamblea anual de la Red ULAM. Cuzco, Perú. 2017. Fotografia de Red ULAM.
Notas
[1] Coordinadora Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía, “Encuentro Latinoamericana de Lideresas en Cuenca”, dirección URL: http://nomineria.blogspot.com/2008/03/encuentro-latinoamericano-de-lideresas.html (página consultada en octubre de 2018).
[2] Biodiversidad en América Latina y el Caribe, “Declaración del Encuentro de Lideresas Latinoamericanas “Defensoras de la Pachamama”, direccion URL: http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/40704 (página consultada en octubre de 2018).
[3] Coordinadora Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía, “Urgente: brutal represión contra los luchadores antimineros”. Dirección URL: http://nomineria.blogspot.com/2008/04/urgente-brutal-represion-contra.html (página consultada en octubre de 2018).
[4] Red ULAM. “ULAM celebra el Día Internacional de la Mujer en Cajamarca, Perú”, dirección URL: http://redulam.org/bolivia/ulam-celebra-el-dia-internacional-de-la-mujer-en-cajamarca-peru/ (página consultada en octubre de 2018).
Red ULAM
La Red Internacional “Unión Latinoamericana de Mujeres” (Red ULAM), es una articulación de organizaciones de mujeres de base defensoras de la vida, los territorios, los bienes comunes, los derechos y la Madre Tierra, que actualmente está integrada por asociaciones de Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia. La Red ULAM fue fundada en 2008 en Cuenca, Ecuador, y su actual Junta Directiva está presidida por Rosario Gutiérrez Márquez del Centro de Mujeres Indígenas Candelaria de Bolivia.