Frontera no es sólo una palabra
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14 junio 2022La migración venezolana ha tenido un alto incremento en los últimos años. Se estima que para el 2005 la cifra de venezolanxs viviendo fuera del país, era menos de medio millón. En 2018, esa cifra ya era de dos millones y medio. Por su parte, la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha informado que la cifra se incrementó más de cuatro millones en lo que va de año 2019 y al final del año, serán más de cinco millones de personas las que hayan salido del país.
Las razones que han llevado a los más de cuatro millones de venezolanxs a dejar su país son muchas: salarios depauperados que no permiten cubrir los gastos de sus familias, difícil acceso a los alimentos, inseguridad, hiperinflación, servicios de salud deficientes…
Las personas de sectores populares también migran
En el 2005 la mayor parte de la migración correspondía a la clase alta y clase media que no compartían las políticas de Hugo Chávez. Desde el 2015 y con mayor énfasis desde el 2018, son los sectores más desposeídos los que dejan su casa, su trabajo y se van sin muchos ingresos y con poca planificación a buscar mejor calidad de vida.
La mayor concentración de venezolanxs, según ACNUR, la tiene Colombia, país que acoge alrededor de 1,3 millones, seguido por Perú, con 768.000, Chile (288.000), Ecuador (263.000), Argentina (130.000) y Brasil (168.000). México y los países de América Central y el Caribe también albergan un gran número de refugiadxs y migrantes de Venezuela [1].
Pero salir del país no es una tarea fácil y accesible. Viajar por tierra puede costar entre 300 y 500 dólares estadounidenses, dependiendo del destino. Pasar por Colombia implica tramites de entre 12 y 24 horas para sellar pasaporte y registrar su ingreso en las oficinas de Migración Colombia, como lo dio a conocer Tibisay Guillen, migrante venezolana, desde la frontera colombo-venezolana, cuando viajó desde Caracas y pasó por Colombia como escala para llegar a Ecuador.
La representante adjunta de ACNUR en Colombia, Yukiko Iriyama, expresó el 27 de agosto de 2019, que entre lxs migrantes venezolanxs hay mujeres embarazadas, niñxs desnutridxs y personas discapacitadas, lo que supone una gran carga para Colombia.
La migración trastoca el tema de género. Los hombres viajan para conseguir mayores ingresos y poder enviar dinero a sus familias, pero las mujeres, además de salir del país por causas económicas, lo hacen para atender sus embarazos. Hay un gran número que ha salido para garantizar el nacimiento de sus hijos en otros territorios debido a que el sistema de salud venezolano no garantiza las condiciones mínimas para atender un parto o una cesárea; no hay acceso a la salud sexual y reproductiva en los centros de salud a nivel nacional. En Colombia, un censo de migrantes venezolanos realizado por el gobierno en el primer semestre de 2018 contabilizó más de 8.000 venezolanas embarazadas.
Viaje de alto riesgo hacia un futuro incierto
A consecuencia de su urgencia migratoria, las personas que salen de Venezuela por lo regular no tienen en cuenta las condiciones del país al cual van a llegar ni las dificultades con que encontraran en su camino migratorio.
En el caso de Colombia, por citar un ejemplo, muchas personas colombianas viven en condiciones de calle y con poca o ninguna atención del gobierno, y a esa realidad muchos migrantes venezolanxs, sobre todo las personas que viajan de manera ilegal y ya que no tienen dinero para pagar un pasaporte que, en Venezuela, tiene un costo a unos 7$ dólares US, pero en el llamado “mercado negro” puede costar más de 1.000$. Esto ha generado que algunas personas se dediquen a la prostitución y a delinquir. Entre enero y julio de 2019, en territorio colombiano, han sido asesinados 233 venezolanxs, según el instituto de medicina legal de Colombia [2]. También deja en evidencia la poca respuesta del gobierno de Nicolás Maduro, ya que cada día cuesta más a lxs ciudadanxs sacar el documento de identidad en su propio país.
El riesgo también lo sufren quienes deciden salir a las Islas de Curazao o Trinidad-y-Tobago. Estas personas viajan en lanchas que son usadas para practicar la pesca y en muchas ocasiones suelen exceder la cantidad de pasajeros permitidos, sin condiciones adecuadas y en horas que faciliten pasar desapercibidas.
Entre abril y junio de 2019, se conoció el naufragio de tres lanchas que han dejado la cifra de más de 80 personas desaparecidas. El Diputado a la Asamblea Nacional, Robert Alcalá denunció la desaparición el 25 de abril de una lancha con 33 personas; nueve fueron rescatadas con vida. Luego, el 19 de mayo, informó que un bote que zarpó de Güiria, estado Sucre, a Trinidad y Tobago, se hundió en alta mar con 29 ocupantes. El tercer caso fue dado a conocer por el Diputado Luis Stefanelli: se trata de un bote que salió el viernes 7 de junio de Agüide, un pequeño pueblo costero en el estado Falcón, que llevaba entre 30 y 35 personas y partió clandestinamente con rumbo a Curazao.
Para lxs venezolanxs, dejar su país implica muchas veces vender sus pocas posesiones, para pagar esos viajes de alto riesgo y con un futuro incierto.
Riesgos para las mujeres migrantes
Para las mujeres migrantes, el riesgo es aún más alto. Un estudio realizado en Chile en el 2018, por la Asociación de Municipalidades de Chile, y que lleva por nombre “Mujeres Migrantes: Desafíos y Reflexiones” muestra las vulnerabilidades a las que se enfrentan las mujeres aun teniendo visa para trabajar. En este caso, las mujeres manifestaron ser víctimas de distintos tipos de discriminación, abusos y violencia. La mayoría de ellas son empleadas para trabajar como domésticas, lo cual es el empleo más generalizado entre las mujeres migrantes. Solo el 55,1% tiene acceso a un empleo, en contraste con los hombres que el 75% está en el campo laboral [3]. Venezuela ocupa el tercer lugar de mujeres migrantes en ese país.
Restricciones para la ola migratoria venezolana
Como una manera de controlar la migración de venezolanxs, al menos siete países de Latinoamérica restringen el ingreso a su territorio. Guatemala, Panamá, Honduras y Costa Rica desde 2017 empezaron a exigir una “visa consultada”, el cual requiere un examen previo hecho por las autoridades migratorias. Desde el pasado 15 de junio, Perú exige a los venezolanos una “visa humanitaria”, Chile pide una “visa de responsabilidad democrática” que permite una residencia temporal por un año y Ecuador, desde el 26 de agosto de 2019, exige una “visa excepcional democrática” con lo que buscan frenar dicho éxodo.
En el caso de la visa que solicitan en Ecuador, según migrantes apostadxs en Colombia ante la falta de este requerimiento, obtener ese documento puede costar 400$. Estas medidas hacen que permanezcan en sus fronteras una gran cantidad de ciudadanxs que, en muchos casos, viajaban por tierra cuando se hizo el anuncio de la medida restrictiva. Todo este tipo de acciones hacen aún más vulnerables a quienes deciden dejar Venezuela, y lxs exponen a la extorsión por parte de personas que ofrecen conseguir los documentos que no pueden obtener de manera tradicional en el país.
Otros países como Canadá han retirado a su personal de Venezuela, y cualquier trámite relacionado con su país se debe realizar desde Colombia, limitando las opciones de lxs migrantes venezolanxs.
Venezuela debe ocupar el top 5 de las peores crisis migratorias
El pasado 21 de agosto, la Agencia de la ONU para los Refugiados publicó un video en Twitter en el cual enumeraba los cinco países de origen más comunes de los refugiados, donde no incluyeron a Venezuela. ACNUR ubicó en quinto lugar a Somalia, con 949.000 refugiados; seguido de Myanmar, con 1,1 millón. En tercer lugar, Sudán del Sur, con 2,3 millones de refugiados; después Afganistán, con 2,7 millones y, en primer lugar, Siria con 6,7 millones de personas que han salido de ese país debido a la guerra. Según cifras de la misma organización, hay 4.296.777 venezolanxs refugiadxs y migrantes en todo el mundo [4].
Según la ONU, para el cierre del 2019 serán unos 5,3 millones de personas que harán salido de Venezuela. Mientras tanto, el gobierno venezolano no ofrece cifras de lxs connacionales que han salido de su territorio, y califica como exagerada las que ofrecen organizaciones como ACNUR.
Foto: Juan Carlos Rosales, Periodista de Radio Fe y Alegría Venezuela.
Notas
[1] Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (2019). Refugiados y migrantes de Venezuela superan los cuatro millones: ACNUR y OIM. 7 de junio 2019. En línea: https://www.acnur.org/noticias/press/2019/6/5cfa5eb64/refugiados-y-migrantes-de-venezuela-superan-los-cuatro-millones-acnur-y.html
[2] Noticias Canal RCN (2019). «Más de 200 venezolanos fueron asesinados en Colombia entre enero y julio». 24 de agosto 2019. En línea: https://noticias.canalrcn.com/nacional/no-hay-esquema-que-resista-un-ataque-tan-atroz-director-de-la-unp-sobre-masacre-en-suarez
[3] El Mostrador Braga (2019). «Ser mujer migrante en Chile: discriminación racial, cosificación sexual y violencia económica». 6 de agosto 2019. En línea: https://www.elmostrador.cl/braga/destacados-braga/2019/08/06/ser-mujer-migrante-en-chile-discriminacion-racial-cosificacion-sexual-y-violencia-economica/
[4] Aunque los venezolanos son uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo, el éxodo venezolano no aparece en el “top 5” de ACNUR : los casos de los venezolanos que huyen no se están interpretando en el marco del sistema internacional de asilo (ver https://www.nytimes.com/es/2019/06/20/migracion-acnur-venezuela/ ndlr).
Wirmelis Del V. Villalobos F.
Periodista de Radio Fe y Alegría Noticias Venezuela, egresada de la Universidad del Zulia en el año 2008, Wirmelis Villalobos forma parte de la Red de Migración de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER). Trabaja en radio desde el 2005 y forma parte del equipo de Fe y Alegría desde el 2008. Realizó las pasantías del Proyecto Quebec Sin Fronteras en Montreal en el año 2018, trabajando con el CDHAL.